6 CONSEJOS PARA AUMENTAR TU PRODUCTIVIDAD Y RETOMAR EL CONTROL DE TU VIDA

En la mayoría de los casos, la capacidad de rendimiento de una persona suele mantenerse en un mismo nivel, que por lo general no es el adecuado, o peor aún, a disminuir por diversos factores. Dentro de esos factores se encuentra no realizar acciones que permitan incrementarla, evitando obtener todos los beneficios y las ventajas que de ella derivan. De esta manera, como tu caso seguramente es el mismo y no sabes cómo resolverlo, hoy puedes comenzar a solucionar esa situación si pones en práctica las siguientes recomendaciones que te permitirán no sólo aumentar tu productividad, sino que además harán que vuelvas a tomar el dominio y control de tu vida.

Establece tu actividad más importante del día y jamás te vayas a dormir sin completarla

Siéntate, relájate y piensa cuál de todas las labores que frecuentas realizar al día es la que debes ejecutar sin importar lo que pase. Una vez que hayas determinado esa actividad, debes hacer todo lo que esté al alcance de tus manos para consumarla.Al hacerlo, conseguirás mantener todo en orden y monitorear las actividades para el desarrollo del propósito que te fijaste. De igual manera, te permitirá localizar, en caso de que los haya, factores internos y externos que puedan influir en tu productividad y así adaptar las variables necesarias para que culmines todo en el tiempo definido.

Realiza tu actividad más importante del día a primera hora

Luego de haber establecido entre todas tus actividades la más importante, en efecto debes realizarla.

Sin embargo, no basta con completarla cuando la haces al final de la tarde o cuando estás a punto de irte a dormir. Debes considerarla tu prioridad y hacerla cuando te despiertes, es decir, a primera hora o, en su defecto, lo más temprano que puedas.Hazla en ese lapso y sentirás satisfacción por haber terminado, al comenzar el día, tu actividad más relevante.Además de eso, podrás disfrutar del resto de tus labores sin que sientas preocupación o angustia porque ya terminaste lo más importante. Aparte, evitarás no terminarla si se llegase a presentar cualquier tipo de eventualidad que te obligue a dejarla a un lado para enfocarte en el contratiempo provocado.

Aprende a decir no a todo aquello que te distraiga de tu meta en la vida

Es menester que la concentración sea de ahora en adelante una de tus mejores aliadas si en verdad deseas que tu productividad

ascienda y seas tú la única persona que controle tu vida.

En consecuencia, debes darle importancia a lo que realmente se lo merece, a aquello que contribuya en la materialización de tus metas.

En otras palabras, debes decir no a las situaciones que no dejen que te enfoques en tus propósitos, como por ejemplo: irte de fiesta todos los fines de semana, relacionarte con personas que no te brinden nada bueno o en cualquier cosa que no le permita a tu estado mental reflexionar y mantener la atención en tu meta.

Elimina la multitarea y concéntrate en una sola cosa a la vez

No pretendas ser una persona capaz de realizar varias cosas al mismo tiempo puesto que lo único que obtendrás es no haberlas hecho con total eficacia o no terminar ninguna.

Aunado a esto, la multitarea no es un buen hábito para tu cerebro puesto que te impedirá centrarte en algo y reflejarás una enorme pérdida de eficiencia relacional y cognitiva. En este sentido, lo que sí debes procurar es ser paciente y no querer terminar todo rápido. Para ello, empieza por centrarte en un solo objetivo a la vez.

Trabaja en intervalos para una mayor productividad

Mentalízate, y por ende lleva a cabo, hacer cada una de tus actividades tratando de que exista un espacio o una distancia que medie entre una labor y otra. De esa manera, podrás tener un período de descanso para cada una de tus actividades y así no sentir esa presión que pueda afectar la conclusión de alguna tarea.

Aparta una hora al día para realizar actividades que te hagan sentir vivo

No todo debe ser trabajo y más trabajo o pensar sólo en lo que debes hacer y no hacer para incrementar tu actividad y tomar el control de tu vida. Despejar la mente y pasarla bien también debe ser una de tus tareas. Por ello, dedica aunque sea unos 60 minutos de tu día a hacer ejercicio, chatear con tus amigos y familiares, leer un libro, caminar por el parque, o cualquier otra actividad recreativa.